Les cuento un sueño

31.05.2019 a las 09:55 hs 60 576 1

Venía caminando, no sabía si vivía o estaba de paso -tenía las dos sensaciones alternadamente- en una ciudad que en mi cabeza era alguna parte de Mendoza, aunque no se parecía en nada.
Clima de incertidumbre. A la izquierda me parecía ver un gran valle, y algunas montañas, con construcciones de piedra tipo medievales pero berretas, como una escenografía, que sin duda eran una referencia a El señor de los anillos.

A modo ilustrativo -y posible referencia también- una foto que saqué en la Mendoza del mundo real, en Cacheuta.

Fui entrando en una especie de pueblito de pescadores, a la derecha estaba el mar. Iba llegando a mi casa, que más bien las casas eran como una hilera de tienditas en la orilla. Antes de llegar, me para una mina, me dice que otra vez le faltaba la billetera, y que quería revisarme para quedarse tranquila. Le dije que sólo tenía la mía, y que además recién llegaba, pero es como que teníamos ese juego desde antes, así que pasé a su tienda, por el juego más que nada.

Estábamos empezando, y apareció de la nada el padre mirándonos a un costado, ella en vez de parar se puso más sexual; de golpe miro y el padre le estaba por tocar las piernas, me horrorizo y voy a gritar pero me horroriza más el grito inmediato de una bruja que vivía cerca, que gritaba que había encontrado al que robó la billetera.
Todos fueron a eso, yo me quedé en la tienda de la mina y me sorprendió lo precaria que era, la tela de la pared que daba al mar casi no existía, y tuve un momento sublime, acostado como estaba, en lo que parecía ser un colchón de agua: vi el mar y cómo el viento movía las cuerdas, las telas de las tiendas que tenía cerca flameaban, y todo era hermoso y pacífico... era una atmósfera como la de El secreto del torreón negro, un libro que leí de chico en la escuela.

Volví porque escuché gritos, que debían ser del ladrón atrapado; un niño. Salí de la tienda y vi a la muerta, otra vecina, que estaba muerta y tenía una voz chillona y la mejor onda. Hablo, pero sin mirarme, con alguien que creo que era mi vieja, que me hace notar que la muerta tenía la piel gris y más bien parecida a un cuero de chancho.
Fui caminando dos o tres tiendas más allá -en lo que pareció una eternidad- a ayudar al chico, y vi que entre la bruja y la piba que antes estaba conmigo lo tenían metido en una olla. Le tiraban algo, que debía ser agua caliente.
Pensaba en qué hacer, y en eso apareció la muerta corriendo y gritando "lo felicito al hijo de pvta que me mató ja ja ja" y se tiró cayendo sentada en la olla sobre el chico, pero eso de alguna manera como que lo salvaba. Me desperté.